lunes, 24 de enero de 2011

El poder del pensamiento

Asunto: Divulgación: El poder del pensamiento
Para:
Fecha: sábado, 22 de enero, 2011 16:20
http://www.youtube.com/watch?v=u1ylbczYAes

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Masaru Emoto - El Mensaje del Agua

Masaru Emoto es un investigador japonées que ha dedicado varios años de su vida a estudiar la estructura molecular del agua (se dice que es el mayor experto en agua del mundo). Sus investigaciones produjeron resultados aparentemente sorprendentes. Fotografiadas con potentes microscopios, las moléculas del agua se transformaban en su forma dependiendo de las "ideas" o "pensamientos" a los que eran expuestas. Esto se hacía mediante concentración mental o simplemente con etiquetas, con distintos mensajes, escritas en frascos con agua destilada al vacío. Por primera vez en la historia se demostraba con métodos científicos y empíricos que el pensamiento puede modificar la materia.

Aclararos que tengo conocimientos de este tema porque hace años estudié un máster de cuatro años de psicología. Siempre me ha interesado indagar en cómo funciona el ser humano para poder conocer cómo funciona el mundo, realmente. Y a la adultez viruelas me puse a ello.

La psicología trabaja con esta idea desde hace mucho tiempo. Se sabe (y no hay que ser ningún cerebrito para evidenciarlo) que el pensamiento es la pieza fundamental que moldea las emociones. Terapias piscológicas clásicas, como la cognitivo-conductual se basan en este precepto. Si cambio mis creencias y pensamientos, cambio mi actitud y mi comportamiento, si me perjudica o me es insano (ésta es la cuestión). Si alguien me dice que parezco estar enfermo, si ese mensaje me llega y lo repito a lo largo del día, efectivamente, creeré que estoy enfermo, y al final, si no paro esa cascada de pensamientos y emociones que me producen, al final del día puede que incluso lo esté realmente.

Pues bien, el profesor Emoto demostró con fotografías microscópicas que el pensamiento no sólo moldea crencias, actitudes y estados de ánimo, sino también la propia materia. Esto es algo grandioso que tiene , o puede tener, consecuencias increíbles para la humanidad. Porque muestra el poder que tenemos, que podemos cambiar cosas si cambiamos nuestros mensajes mentales, que una caricia no es nada, sino mucho, que acariciar, o decir alguna palabra amorosa a alguien, o a uno mismo, no sólo le reconforta, sino le produce una corriente energética positiva que le llega hasta el interior de sus células. Es decir, no sólo `podemos elegir los pensamientos que tenemos, sino que podemos moldearnos a nosotros mismos con ellos, y podemos afectar el mundo que nos rodea.

No es fácil. Los pensamientos generan, con la repetición, avenidas neuronales en el cerebro que con un solo pensamiento no se modifica. Pero sí se modifica si dejamos de "alimentar" esa avenida neuronal con las habituales creencias, ideas o actitudes. Repito, esto que digo es la base principal de la Psicología cuando pretende ayudar a alguien a superar dolor o comportamientos negativos. Muchas de las depresiones nerviosas, por ejemplo, cuando no son endógenas -producto de un desequilibrio interno-, son producto de meses o años en que el afectado ha ido generando avenidas neuronales con ideas, creencias o actitudes negativas para su bienestar.

Me siento impotente porque intento contar en pocos párrafos cosas contenidas en libros y libros (psicología, psicoinmunología, fisiología, etc.). Pero lo importante es saber que el poder de nuestro pensamiento es enorme y definitivo, mucho más grande de lo que nadie nunca nos ha contado. Si nos ponemos a pensar, por ejemplo, nos daremos cuenta de que casi todas las cosas que han ocurrido en nuestra vida han sido producto de pensamientos. Si tengo uno esporádico, pues probablemente no me afecte en nada, pero si tengo otro que me viene con pasión, que alimento día a día, ese pensamiento se materializará en la realidad y me habrá hecho, de un modo u otro, ser arquitecto de mi vida.

Los descubrimientos de Emoto fueron muy difundidos en su momento, recuerdo que en España se contó hasta en los telediarios.

En 2005 Masaru Emoto hizo una ponencia en Naciones Unidas haciendo un llamamiento mundial a la conciencia global sobre la importancia del cuidado del agua en el planeta para la supervivencia. Igualmente ofertó 650 millones de sus libros , de forma gratuíta, -en su versión infantil- para repartir a niños de todo el mundo para hacerles aprender cómo los pensamientos influyen en su vida y en la realidad.

Bueno, pues ahí quedó, y desde entonces internet se llenó de mensajes que desprestigian a Emoto. Parte de la comunidad científica lo desacreditó y se le acusó de todo, menos de ser bonito, injustamente. La ciencia más oficial y ortodoxa (que suele estar al servicio del poder, o de cierto poder) nunca ha reconocido sus estudios y le ha desprestigiado de mil modos. Otra parte de los científicos no sólo saben que los estudios de Emoto son absolutamente incuestionables, sino que además impulsan de manera significativa el conocimiento que tiene el ser humano sobre la realidad. En realidad era de esperar, la comunidad científica de la época tachó de pseudo-ciencia y brujería los estudios de Galileo, o Copérnico, o Newton,...

Enseñar a la humanidad que no somos seres inermes y desprotegidos ante la supuesta hostilidad del mundo, que los pensamientos tienen poder, que podemos modificar creencias y estados de ánimo, que los pensamientos pueden modificar la realidad, en definitiva, es algo muy peligroso para ciertos poderes fácticos que, al contrario, nos invitan a la inacción y al desconocimiento para que nuestros actos no frenen su poder y sus ambiciones. Les interesa que la humanidad crea que hay algo superior de lo que dependemos y a lo que estamos sometidos, y que ni intuyamos que realmente somos los hacedores de nuestra vida. Dejaríamos de depender espiritualmente de dogmas que nos llevan a la culpa y al miedo... (bueno, aquí ya empiezo a divagar con cosas mías).

Resumen: difundo ésto porque es importante, porque al menos es bueno que conozcamos que hay gente que trabaja en estos términos, y porque es fantástico tener el conocimiento de que podemos hacer muchas cosas con nosotros mismos, con nuestro entorno, y que un poquito de responsabilidad sobre la realidad que nos toca vivir, pues, la verdad es que sí tenemos. Os dejo varios enlaces sobre este tema, y os invito a hablar de ello a vuestros hijos, amigos, vecinos, etc., porque creo que tener estos conocimientos puede ser muy bueno para nosotros y para nuestro mundo.

A día de hoy Emoto sigue difundiendo los resultados de sus investigaciones por todo el mundo, a pesar de la campaña de desprestigio que sigue soportando (incluso la wikipedia le pone a caldo)

Saludos, y disculpas por el "testamento".

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